martes, 26 de julio de 2016

IMPRESIONISTAS Y MODERNOS. Obras maestras de la Phillips Collection.

La Phillips Collection fue el "primer museo de arte moderno" que se creó en Estados Unidos. Fundada en la ciudad de Washington al termino de la Primera Guerra Mundial, por un joven coleccionista Duncan Phillips (1886-1966), fue consagrada desde su inicio a la idea de la modernidad, como un diálogo fructífero y abierto entre pasado y presente.
Desde que abrió sus puertas en 1921, se ha mantenido fiel a la voluntad de su fundador de que fuese "un museo íntimo combinado con un centro de experimentación". Esta filosofía le ha permitido convertirse en varias ocasiones en el primer museo en adquirir o exponer obras de artistas tan dispares como Bonnard, Braque, Soutine y O´Keeffe. Tiene también el honor de haber sido el primero en Estados Unidos en conseguir un autorretrato de Cezanne.
Duncan Phillips, que fue pionero en muchos sentidos, fue un apasionado del arte de su tiempo y confió en su instinto para detectar el talento y las grandes promesas. Fue así como reunió una colección de prestigio mundial. Especialmente inspiradoras resulta su mentalidad abierta y su generosidad, su búsqueda de la voz individual de artista y su convencimiento de que nos enriquece "ver tal y como ven los verdaderos artistas".
La exposición, distribuida en seis ámbitos temáticos que se articulan cronológicamente, refleja la evolución de la pintura moderna desde el siglo XIX hasta ya entrada la segunda mitad del XX.

1.- CLASICISMO, ROMANTICISMO Y REALISMO.

El arte europeo del siglo XIX puede entenderse como un diálogo constante entre los ideales clásicos, la imaginación romántica y el realismo de los hechos observados.
El clasicismo, para alcanzar el equilibrio y la claridad en la composición, buscaba lo intemporal y lo ideal a través de la conciliación entre contrarios. El romanticismo, en cambio, priorizaba el desequilibrio, la imaginación y la emoción, y valoraba al artista independiente porque explotaba lo nuevo y lo desconocido. El realismo, al centrarse en los hechos observables como remedio contra la naturaleza idealizada y el exotismo, se convirtió en el antídoto perfecto para el debate entre los partidarios del clasicismo y del romanticismo. La mayoría de los grandes maestros modernos combinaron en sus obras esos elementos, insistiendo mas en unos u otros. Las características distintivas de esa nueva manera de entender la pintura era la ausencia de acabados, la libertad de ejecución y la espontaneidad.

Honore Daumier - 1855

Honoré Daumier destacó como caricaturista, grabador y pintor en la época realista. Fue acusado de sedición y condenado a 6 meses de cárcel por realizar una caricatura del rey Luis Felipe I de Orleans, en la cual el monarca aparecía retratado como Gargantua, el glotón personaje de Rabelais.
En esta obra critica la supremacía de las clases altas sobre el pueblo, con las risas desenfadas de los jueces en primer término y el llanto de una mujer al fondo.

En el rio Stour - John Constable 1834


Constable pinto esta obra en sus últimos años de vida, como una representación nostálgica del paisaje de Dedham, un pueblo ingles que el artista conocía desde la infancia. El estilo de este cuadro es el característico de las obras de su última etapa, en la que la plasmación de los elementos naturales se vuelve mas indefinida y da paso a un expresionismo que raya en la abstracción.


Genzano - Camille Corot 1843

Durante una visita a Italia en 1843  Corot pintó la ciudad de Genzano desde distintos puntos de vista. Aquí la representa desde una perspectiva baja y a diferencia de otras obras, esta incluye figuras. La nota roja definitoria del pintor, la aporta el pañuelo de la mujer, que destaca en el paisaje terroso. Duncan Phillips admiraba este cuadro por el hábil tratamiento de la luz y el brillante cromatismo.



Vista del lago Nemi - Antoine Felix Boisselier 1811

Paisajista neoclásico, Boisselier empezó a pintar al aire libre durante un viaje a Italia. Sus estudios al oleo, como este cuadro, se basan en la observación directa de la naturaleza, una práctica que influyó notablemente en el paisajismo impresionista.


Peñas de Mouthier - Gustave Courbet 1855


La obra muestra una formación rocosa en las inmediaciones de Ornans, pueblo natal de Courbet, al este de Francia. Aunque en esta época la región vivía grandes transformaciones a causa de la industrialización, el pintor eligió centrarse en "las revelaciones de las fuerzas elementales de la naturaleza". El atractivo de este cuadro reside en parte en la combinación de una observación científica precisa con una valerosa aplicación de la pintura. Casi parece que Courbet haya esculpido la roca con pintura a golpe de espátula.


Melocotones - Henri Fantin Latour 1869


Aunque Fantin Latuor mantuvo amistad con los impresionistas Degas, Manet y Morisot, rechazaba sus teorías y nunca expuso con ellos. Pintó sus bodegones, al igual que sus retratos, siguiendo la tradición realista de los viejos maestros.



La pequeña bañista -Jean Auguste Dominique Ingres 1826

Con la figura femenina representada siguiendo los cánones clásicos, la obra muestra el interés de Ingres por las cualidades expresivas de la linea sobre el color y sugiere el erotismo glacial de los mármoles de Antonio Cánova, el gran escultor italiano cuya obra debió conocer Ingres cuando vivió en Roma entre 1806 y 1820. Duncan Phillips consideraba el estilo de Ingres como un complemento a las pinturas dramáticas e intensas de Delacroix, partidario del color en abierta oposición al clasicismo de Ingres.


El levantamiento - Honoré Daumier 1848

Representando el tumulto revolucionario en las calles de Paris durante la revolución de 1848 y el derrocamiento de la monarquía de Luis Felipe I de Orleans, Daumier pinta a la multitud alzada como un compendio de arquetipos sociales y concentra toda la energía de la escena en el hombre de la camisa blanca, que recuerda los fusilamientos de Goya, como símbolo de toda la indignación humana contenida.

2.- IMPRESIONISMO Y POST-IMPRESIONISMO

A mediados de la década de 1860 el realismo dio paso a los impresionistas franceses que preferían pintar escenas de la vida cotidiana o vistas urbanas o de paisajes trabajándolas al aire libre con una paleta luminosa y prismática. Para ellos era esencial plasmar la impresión y los reflejos de la luz. Sus composiciones, por otra parte, muestran la influencia del encuadre y de la asimetría propios de la fotografía y de los grabados japoneses. Hacia mediados de la década de 1880 una nueva generación de pintores franceses, denominados post-impresionistas, intentó superar el estilo anterior basado en la observación . Para aquellos artistas que cada vez mas hacían hincapié en la imaginación y en el uso expresivo de los colores, la naturaleza ya no era el resultado final sino el punto de partida. El cuadro dejó de ser una transcripción de la naturaleza para convertirse en una invención estética.


Autorretrato - Paul Cézanne 1878-80


Este autorretrato que Cézanne terminó hacia 1880, es decir, a los cuarenta años, es uno entre los mas de treinta que pintó. En este caso se encuentra impertérrito y su penetrante mirada llama la atención del que lo observa. Con la boca apenas esbozada, su aire circunspecto resulta de lo mas convincente. Para Duncan Phillips se podía equiparar a los de Rembrant, ejecutado vigorosa y libremente con una paleta oscura y restringida, y que revela el alma del artista, desafiante en su aislamiento intelectual.

La montaña Sainte Victoire-Paul Cézanne 1886

Esta es una de las numerosas vistas que Cézanne pintó de esta montaña, próxima a su casa de Aix en Provence. En este caso aparece enmarcada por unos pinos al fondo de un amplio valle. Para Cézanne los encuentros con este paisaje simbolizan su afan por crear nuevos equivalentes de las escenas arcádicas de los maestros franceses del siglo XVII Claude Lorrain y Nicolas Poussin. Aquí lo pintó desde Bellevue, la finca de su cuñado, empleando pinceladas rápidas y secas y colores luminosos para plasmar su sensación visual frente a la montaña.

El camino de Vétheuil-Claude Monet 1879


Monet utiliza manchas de color, pinceladas densas y una composición sencilla para representar el camino que va desde La Roche-Guyon a Vétheuil, a unos ochenta kilómetros al noroeste de París, donde se había trasladado con su familia a finales de 1877. Este es el último de una serie de cinco lienzos que representan la misma escena en diferentes condiciones atmosféricas y momentos del día. Monet captura la luz de un atardecer de otoño. Su casa aparece en el centro de la escena.

La nieve en Louveciennes - Alfred Sisley 1874

 El interés por las formas suavizadas y los reflejos de la luz llevó a algunos artistas impresionistas a elegir la nieve como motivo para sus obras. En la década de 1870 Sisley realizó sus cuadros mas luminosos y líricos, como este, en el que representa la vista que tenia desde su balcón mientras la nieve caía sobre el camino de L' Etarché detrás de su casa. Duncan Phillips definía a Sisley como poeta pintor y a esta obra como una oda al invierno.


  Bailarinas en la barra - Edgar Degas 1900

Este cuadro ofrece al espectador una vista entre bambalinas de las bailarinas, un tema recurrente en la obra de Degas. Pintado hacía el final de su carrera artística, se encontraba en su estudio en el momento de su muerte. Como muchas de las obras del artista, dedicadas a la temática del ballet, muestra la extrañeza formal de las posturas cuando las bailarinas se funden en un grupo. El gran tamaño de la pintura se corresponde con la contundencia de los intensos naranjas y azules complementarios y con la libertad de ejecución y la monumentalidad de su audaz composición de dibujo contra color. Debido a su mala visión por su edad, Degas extiende sobre el lienzo grandes manchas de color que con apenas un perfilado da volumen a la composición, como se aprecia en los tutús y la musculatura de la espalda de las bailarinas.

Casa en Auvers - Vincent Van Gogh 1890

En mayo de 1890, Van Gogh se trasladó del hospital psiquiátrico de Saint Remy, en la Provenza, donde había recibido tratamiento desde que se cortara la oreja en diciembre de 1888, a Auvers sur Oise, población situada a unos treinta kilómetros al noroeste de París. Este cuadro se realizó solo seis semanas antes de morir y forma parte de un conjunto de lienzos con trigales vacíos que realizó en esas últimas semanas. El horizonte alto, la llanura y el tratamiento texturizado del trigo no solo crean una atmósfera claustrofóbica sino que además evidencian la influencia del arte japones.


3.- PARÍS Y EL CUBISMO

A principios del siglo XX, París era la única ciudad europea en la que podía verse el arte mas novedoso, Artistas de toda Europa, como Picasso, acudieron a la Ciudad de la Luz, el único lugar donde la imaginación podía volar sin restricciones. Hacía 1910, Picasso y Braque dejaron de lado la perspectiva tradicional para crear un sistema pictórico completamente nuevo llamado cubismo. Los principios cubistas de la forma fragmentada y los puntos de vista diversos acabaron influyendo en pintores y escultores de todo el mundo. Se exploraron, ademas, nuevas formas de representación de la figura y se hallaron nuevas fuentes de inspiración en los museos etnográficos, donde la escultura tribal africana y el arte egipcio compartían una geometría expresiva simplificada de la que se apropiaron algunos artistas. Otros en cambio adoptaron una mirada mas sensual para seducir visualmente al espectador a través del color. En la sucesión de estas transformaciones, el mundo observable siguió siendo una fuente esencial de inspiración.


 La habitación azul - Pablo Picasso 1901

Esta obra considerada como uno de los primeros ejemplos del denominado "periodo azul" de Picasso, se pintó en otoño de 1901 durante su segundo viaje a París. El suicidio en febrero del mismo año de su amigo Carlos Casagemas dejó al pintor malagueño lleno de dolor y tristeza, que refleja en las obras de este periodo el lado duro de la vida del artista: la miseria, la soledad y la desesperación. La escena tiene lugar en el estudio del artista en el Boulevard de Clichy. El desánimo y el cansancio que refleja la postura de la mujer tienen su correspondencia en el lenguaje del color del romanticismo, según el cual el azul significa anhelo espiritual. En la pared, sobre la cama, el cartel de May Milton creado en 1895 por Toulouse-Lautrec recuerda la deuda artística de Picasso.

Naturaleza muerta con periódico - Juan Gris 1916

Juan Gris interpreta el cubismo desde un punto de vista cerebral, concibiendo sus obras como una continuación de la historia del arte: "No puedo alejarme del Louvre. Mi método es el que siempre utilizaron los viejos maestros". Esta pintura reúne sus intereses modernos y clásicos. La paleta sombría remite a sus raíces españolas a su conexión con Zurbarán, mientras que los elementos tipográficos indican su interés por el collage.


Naturaleza muerta con uvas y clarinete -Georges Braque 1927


En la segunda mitad de la década de 1920 Braque revisó ideas basadas en el collage y en la superposición en capas de elementos pictóricos. La obra es el ejemplo especialmente logrado de esa estabilidad formal y compositiva, combinada con exquisitas armonías de colores trabajadas con una paleta austera, limitada y elegante. Utilizando motivos tomados del repertorio de sus primeras naturalezas muertas cubistas, Braque contrapone el naturalismo no ilusionista de determinados elementos a la abstracción de otros.

Mujer con sombrero verde - Pablo Picasso 1939

Picasso retrató a la artista surrealista y fotógrafa Dora Maar, su modelo y amante durante ocho años (1936-44). La representa con su accesorio mas emblemático: el sombrero. La expresión de Maar en este retrato, pintado en octubre de 1939, poco después de estallar la II Guerra Mundial, refleja la incertidumbre del momento.


Elena Povolozky - Amedeo Modigliani 1917

El fascinante retrato que realiza Modigliani de la artista francesa rinde homenaje a una mujer conocida por su generosidad. Elena Povolozky, que se había casado con un emigrante ruso, propietario de una galería de arte, ayudó a Modigliani y a otros artistas ofreciéndoles dinero y sustento. A cambio Modigliani le pintaría dos retratos en 1917. Esta es una obra sencilla y plana, que limita el modelado a partes muy concretas del rostro, como si estuviera tallado en piedra,pero que transmite perfectamente el cariño que el artista sentía por su protectora. Modigliani no pintaba los ojos de sus modelos pues sostenía que era necesario primero conocer profundamente su alma.


Notre Dame - Henri Rousseau 1909

Henri Rousseau, que empezó como pintor aficionado, decidió dedicarse de lleno a la pintura, dejando su trabajo como agente municipal de aduanas en 1893. Algunos jóvenes miembros de las vanguardias, como Picasso, dieron apoyo moral a este autodidacta, que murió un año después de acabar esta obra. La figura solitaria vestida de negro que observa el Sena podría ser el propio Rousseau. El carácter introspectivo y onírico de la pintura de Rousseau, que le confiere cierto aire naïf, es un reflejo de la melancolía parisina y la paleta de colores claros nos recuerdan a Corot, de quien era admirador.

El estudio del artista - Raoul Dufy 1935

El estudio representado en este gran cuadro, es el utilizado por Dufy durante cuarenta y dos años en el Impasse de Guelma, en Montmatre. Los rápidos esbozos de sus obras y los estampados textiles que pueden observarse en la pintura ponen de manifiesto las dotes del artista como decorador, diseñador y dibujante. La paleta y el caballete del primer plano están vacíos, puesto que ocuparía la obra cuyos colores son los favoritos de Dufy. A través del cristal de la ventana se funden el interior y el exterior. Dos años después de pintar este cuadro Duncan y Marjorie Phillips recibieron a Dufy en su casa de Washington.

4.- INTIMISMO Y ARTE MODERNO

A finales del siglo XIX en Francia se concebía la pintura como algo personal o íntimo, vinculada los sentimientos y la imaginación del artista. Dos de las figuras fundamentales que exploraron este terreno fueron Pierre Bonnard y Édouard Vuillard, tildados con frecuencia de "intimistas" por sus detractores. Los interiores domésticos que pintaron tienen una carga psicológica novedosa en el arte moderno y coetánea del nacimiento del psicoanálisis. En cuanto al tema tradicional de la naturaleza muerta, se convirtió en un instrumento para explorar nuevos lenguajes estéticos y artísticos, al margen de la función moralizante y simbólica que tradicionalmente había tenido como género. Los objetos que el artista elegía podían tener un valor o una importancia personales y presentaban una visión microcósmica del mundo a escala íntima. En muchos casos se observa una combinación de inventiva y vigor, en un enfoque que media entre la abstracción y la figuración. 


Interior con cortina egipcia - Henri Matisse 1948

Henri Matisse pinto este cuadro a la edad de setenta y nueve años, y en el siguió demostrando su infinita capacidad de innovación. Esta extraordinaria pintura combina la energía salvaje que se apodera de algunos artistas cuando llegan a la vejez con elementos relativos al tema del crecimiento, muy habituales en su obra. La palmera, por ejemplo, es una referencia a la longevidad , la granada simboliza la fertilidad y en la negrura invernal de la cortina rebosan de vida los motivos rojos y verdes, y una punta de lanza como símbolo fálico.


 El filodendro - Georges Braque 1952

Tras la II Guerra Mundial, Braque pudo al fin trabajar en su residencia de verano de Verengeville, en la costa normanda, donde tenía un jardín y una terraza. Allí surgieron nuevamente sus tendencias mas espontaneas, directas y pictóricas. El estilo alucinatorio de este cuadro transmite el carácter efímero del recuerdo o del sueño, al desdibujarse los límites entre las categorías opuestas (fuera/dentro, noche/día, realidad/imaginación).

La Riviera - Pierre Bonnard 1923

Esta obra refleja la pasión de Bonnard por el sur de Francia, donde pasaba temporadas trabajando prácticamente todos los años. Hacia 1922 se decantó por la localidad de Le Cannet, en el norte de Cannes. Este panorama muestra Le Cannet, su bahía y el macizo del Esterel en la distancia, con sol poniente. Duncan Phillips adquirió veinticinco obras de Bonnard, con lo que reunió la mayor y mas diversa colección de este artista en Norteamérica.

 Desnudo en un interior - Pierre Bonnard 1935

El desnudo en el acto de asearse fue uno de los temas principales de Bonnard, así como de los llamados nabis (profeta en hebreo), grupo al que Bonnard pertenecía y que junto a Vuillard es su principal representante. Su modelo fue su compañera y esposa, conocida como Marthe de Méligny (su verdadero nombre era Maria Boursin). Bonnard pintó a Marthe, fallecida en 1942, en todas y cada una de las fases de su ritual de aseo. Siempre trabajaba de memoria y no a partir del motivo real, lo que explica el carácter onírico y el tono psicológico subyacente que caracterizan sus cuadros. En 1935 Marthe debia de tener ya mas de sesenta años, pero Bonnard seguía pintándola con físico de mujer joven.

El periódico - Édouard Vuillard 1896-98

Édouard Vuillard fue el hijo devoto que siempre vivió con su madres y sus pinturas de interiores de la década de 1890 reflejan una serena armonía doméstica. Puertas, ventanas y espejos cumplen a menudo una importante función estructural en sus composiciones. En este cuadro, la madre del artista apenas se distingue detrás del periódico y casi se funde por completo con el entorno.

5.- NATURALEZA Y EXPRESIONISMO

En un nuevo siglo en el que se iban normalizando la electricidad, los rayos X, los automóviles, el cine y los aviones, todos esos cambios en la concepción del mundo y del lugar que ocupaba la humanidad en él, incitaron a muchos artistas, a ambos lados del Atlántico a repensar el modo de crear equivalentes visuales de esas nuevas experiencias. Los mas osados innovadores no solo trabajaban en París, sino también en Alemania, Austria y América. El expresionismo del siglo XX con frecuencia intentó poner de relieve un sentido subyacente de lo personal y lo espiritual que pudiera abarcar  lo visionario. De todas formas, aunque esos artistas europeos o estadounidenses consideraban que el arte podía expresar la experiencia personal al margen de la existencia de un tema, la naturaleza siguió siendo una fuente de inspiración constante para todos ellos.

 Courmayeur y las cumbres de los Gigantes - Oskar Kokoschka 1927


En 1927 Kokoschka inició uno de sus muchos viajes para pintar ciudades y lugares pintorescos de Europa, en una serie conocida como "Mundo Pintado". Este es el tercer cuadro de aquel viaje y lo pintó desde el balcón de su habitación de hotel, con colores diluidos hasta casi la consistencia de la acuarela. El artista escribió que el Mont Blanc "parecía tan cercano que casi podía tocarse". Con el ascenso de los nazis al poder, su obra fue incluida dentro del "arte degenerado", marchando al Reino Unido y posteriormente a Estados Unidos. Duncan Phillips consideraba a Kokoschka uno de los artistas modernos cuyo linaje se remontaba hasta el Greco y lo recibió en su museo en enero de 1949.

 Otoño II - Wassily Kandinsky 1912

El pintor de origen ruso Wassily Kandinsky, un gran intelectual con una amplia formación, consideraba que el arte era intrínsecamente espiritual. Esta obra, pintada cuando escribía su famoso tratado De lo espiritual en el arte (1912) confirma algunas de sus convicciones sobre la capacidad expresiva inherente a ciertos colores, sobra las formas que sugieren en lugar de describir y sobre la libertad de la linea para mostrar su "sonido interior" como un lenguaje independiente de la descripción.

Motivo de hojas - Georgia O`Keeffe 1926

Georgia O`keeffe, una de las máximas representantes del arte moderno en los Estados Unidos, buscó siempre las cualidades místicas subyacentes en la naturaleza. Como su buen amigo Arthur G. Dove, deseaba encontrar equivalentes estéticos para expresar su experiencia del mundo natural. Motivo de hojas es una de sus primeras experimentaciones con la ampliación, y en el se magnifican y recortan fragmentos de la naturaleza hasta llenar el lienzo. O`Keeffe utilizaba con frecuencia fisuras y raspaduras como dispositivos formales y referencias veladas a su estado de ánimo. Esta obra fue la primera de la artista que se incorporó a un museo.



El faisán - Chaïm Soutine 1926

Este pintor, de origen ruso, escandalizó a la crítica parisina con su tratamiento expresivo de la pintura, puesto que se consideraba que pervertía el delicado estilo francés. El faisán pertenece a una serie de bodegones con aves y otros animales muertos de 1926-27. En cierta ocasión, adquirió y trasladó a su estudio un buey entero, dedicándose a pintarlo hasta que el hedor de la carne putrefacta alertó a los vecinos primero, y a las autoridades después. En 1943 Duncan Phillips organizó la primera exposición de Soutine en un museo estadounidense.


6.- EXPRESIONISMO ABSTRACTO

Una generación de artistas norteamericanos que había alcanzado la madurez creativa en las décadas de 1940 y 1950 convirtió a los Estados Unidos en una potencia internacional del arte. Afectados por la conmoción política de la II Guerra Mundial y sus consecuencias, aquellos artistas consideraban que el subconsciente era una fuente primordial de inspiración creativa. Muchos de ellos destacaban la pincelada expresiva y el propio acto de pintar como parte de la identidad esencial de la obra final, que revelaba la vida interior del artista y constituía  un testimonio físico de su lucha. Otros rehuyeron por completo la abstracción gestual y buscaron la fuerza en unas relaciones cromáticas líricas y trascendentes.
Pero no solo los estadounidenses ensalzaron una vertiente mas expresiva de la abstracción, puesto que también lo hicieron algunos artistas europeos, especialmente en el París de la postguerra.

 Composición - Jackson Pollock 1938

La firme convicción de Jackson Pollock de que existe una conexión entre emoción y abstracción le llevó a desarrollar un lenguaje pictórico completamente nuevo, profundamente personal y puramente americano. Las evocadoras formas y la máscara identificable en el cuadro, pintado cuando aún estaba desarrollando su estilo personal, manifiestan tanto su interés por el arte indígena americano y el chamanismo como su conocimiento de la obra de Picasso, Kandinsky y Miró.


 Equinoccio - Adolph Gottlieb 1963

Adolph Gottlieb, como su amigo Mark Rothko, fue uno de los pintores de vanguardia que, en el Nueva York de los años cuarenta, buscaban un nuevo lenguaje visual abstracto y esencialmente americano. Gottlieb recibió una profunda influencia del arte primitivo, en especial del arte indígena americano y del arte tribal africano, que coleccionaba. En busca de nuevas formas abstractas  para representar temas universales en la década de 1960 empezó a simplificar sus composiciones reticulares y a dividir el lienzo en dos mitades, donde unas cuantas formas flotan sobre un campo de color intenso compitiendo por convertirse en el centro de atención. El sugerente título de este cuadro Equinoccio, alude al fenómeno astronómico universal en el que el día y la noche duran aproximadamente lo mismo.

 Sin título - Mark Rothko 1968

Enfermo desde 1968, Mark Rothko trabajó el resto de su vida a pequeña escala, concentrándose casi exclusivamente en obras sobre papel como esta, que sigue teniendo su estilo distintivo. Fue con Rothko con quien Duncan Phillips estableció su mas firme compromiso con la pintura de la Postguerra. Tras comprar el primer cuadro del artista en 1957, Phillips lo conoció personalmente, y en 1960, creo en su museo la Sala Rothko, el primer espacio dedicado en exclusiva a su obra, donde se exponen cuatro de sus líricos lienzos de los años cincuenta en una exposición permanente.

 Número 182 - Morris Louis 1961

Morris Louis, que vivió en la ciudad de Washington, fue un asiduo de la Phillips Collection, donde halló inspiración en los grandes coloristas franceses y en el estadounidense Arthur G. Dove. En 1953 empezó a experimentar con nuevas formas de aplicar la pintura: vertía desde lo alto del bastidor pintura mate o brillante en capas sucesivas que se iban superponiendo sobre la tela de imprimar, generando composiciones que impregnaban la trama del lienzo. En 1961 inició sus característicos cuadros de rayas de los que esta obra es un excelente ejemplo. La posición de las franjas de color en realidad no quedaba definida hasta el momento de tensar la tela, lo cual introdujo la idea de la asimetría y del papel activo del lienzo sin pintar.


 Fuga - Nicolas de Staël - 1951


Inspirado por los músicos Olivier Messiaen e Igor Stravinski, Staël inició una serie de pinturas caracterizadas por bloques texturizados de color que producen efectos tonales comparables a los de las composiciones musicales. En los extremos de esos bloques pueden apreciarse los tonos de las distintas capas, que invitan al espectador a fijarse en las sutiles elecciones realizadas durante el proceso de ejecución de la pintura. Duncan Phillips, que dio título a la obra consideraba a De Staël "un pintor poeta".












miércoles, 13 de enero de 2016

KANDINSKY : UNA RETROSPECTIVA

Vassily Kandinsky (1866-1944), considerado como uno de los artistas mas influyentes del siglo XX, es célebre por sus abstracciones exuberantes que transponen una interioridad, una vibración espiritual , en formas y colores autónomos, sin referencia al mundo que nos rodea . La exposición muestra el excepcional itinerario de este gran innovador , que lleva desde su Rusia natal hasta Alemania y Francia. A través de un centenar de pinturas, dibujos y grabados, completados con una selección de fotografías documentales, la retrospectiva permite seguir esta extraordinaria aventura artística desde los comienzos de Kandinsky en Munich y la génesis de la pintura abstracta hasta la producción prolija en la Bauhaus y las últimas obras maestras parisinas, sin olvidar los años de transición en Rusia.


La exposición está concebida en cuatro capítulos que repasan cronológicamente los distintos episodios de la vida de Kandinsky. A los treinta años el estudiante de derecho y ciencias económicas decide interrumpir su carrera universitaria y marchase de Rusia para dedicarse a la pintura en Munich. Dos experiencias artísticas serán determinantes en su decisión: por un lado el descubrimiento en una galería moscovita de uno de los Almiares de Claude Monet , que con la fuerza de sus imágenes no figurativas le marca para siempre y por otro lado, poco después, una representación de Lohengrin en el teatro Bolshoi. La ópera de Wagner le revela el poder de un arte tan abstracto como la música , capaz de generar imágenes interiores de colores. La síntesis de las artes será una constante en la obra de Kandinsky y el asunto principal de sus célebres publicaciones De lo espiritual en el arte y el almanaque de El Jinete Azul , que edita con su amigo Franz Marc en mayo de 1912.
El estallido de la Gran Guerra pone fin a esta efervescencia muniquesa y Kandinsky tiene que regresar a su país natal donde contribuye a reorganizar la vida artística de la Rusia revolucionaria hasta que el fundador de la Bahuaus , el arquitecto Walter Gropius, le invita a unirse en Alemania a esta famosa escuela de arte de Weimar. Cuando en 1933 el régimen nazi cierra la institución, Kandinsky tiene que exiliarse de nuevo, ahora a Paris donde permanecerá hasta el fin de su vida.
Todas las obras expuestas pertenecen a la colección del Centre Pompidou, gracias a la donación de su viuda Nina. 


  
A su llegada a Munich Kandinsky intentó sin éxito ser admitido en la Academia de Arte de Munich estudiando en la academia privada del pintor esloveno Anton Azve que fue su primer maestro. 
Schwabing - 1908

Se instaló en el barrio de Schwabing donde convivían un gran número de artistas de toda índole.


La Canción del Volga - 1906


También pintó temas fantásticos basados en las tradiciones rusas, usando el temple sobre papel oscuro, para de sensación de superficie transparente iluminada desde atrás.
Añora Rusia y los colores de Moscú y sigue el estilo de los mosaicos y los iconos rusos.

Cartel de  1ª exposición de Phalanx - 1901

Junto a otros artistas fundó en 1901 el grupo Phalanx, que se oponía a la vieja usanza y a los puntos de vista conservadores en el arte.
Los carteles de la primera exposición del grupo fueron realizados por Kandinsky, con una clara influencia del Jugenstil.
La asociación organizó doce exposiciones entre 1901 y 1904, convirtiéndose en director de "La escuela de arte de la Falange" (Der Phalanx-Malschule). Uno de los estudiantes de la escuela era Grabriele Münter, que sería su discípula, compañera y crítica hasta que se separaron en 1914.

Tunez, la bahia - 1905

Con Gabriele viajó por Italia, Países Bajos, Norte de África. La experiencia estética de Vasili Kandinsky durante el viaje a Túnez en 1905 le descubrió una pintura de carácter mas experimental y colorido mas brillante, esencial para el futuro desarrollo de la abstracción.


Parque de Saint Claude - 1906
Durante 1906 y 1907 Kandinsky y Munter viven en París. Su estilo se vuelve tardo-impresionista a la búsqueda de nuevas formas artísticas.


Improvisación III - 1909

A partir de 1908 residió en Murnau junto a Gabriele Munter, divorciandose de su primer matrimonio con su prima Anna Chemyakina en 1911. En este periodo comenzó a pintar de forma bidimensional, con imágenes planas y colores brillantes, inspirado por el fauvismo. Delimita los contornos con trazos negros y aparece la figura del jinete tan trascendental en el futuro.

Impresión V - 1911


Escribió su gran tratado teórico "De la espiritual en el arte" donde realiza un lúcido análisis de su experimentación pictórica, de la relación entre forma y color y de este con el sonido, que él veía como elementos cruciales del arte abstracto.
Alcanzó el punto de inflexión definitivo en 1911 cuando junto con Franz Marc se embarcó en la aventura de El Jinete Azul (Der Blaue Reiter), que realizó dos exposiciones en el periodo 1911-1912. De este año también es el de la publicación del famoso Almanaque El Jinete Azul con reproducciones, artículos e información sobre temas exclusivamente artísticos, contemporáneos y de carácter innovador. Fue en este periodo cuando Kandinsky creó las primeras obras totalmente despegadas del realismo, transformando su mundo interior en imágenes abstractas. Comienza a dividir sus obras entre Impresiones, Improvisaciones y Composiciones.
Cuando estalló la Gran Guerra, Kandinsky se vio obligado a regresar a Moscú, dejando todas sus obras y gran parte de las de El Jinete Azul a su compañera Gabriele Munter, con la que se reuniría por última vez en territorio sueco a finales de 1915. Durante todo ese año solo había trabajado en papel , volviendo a pintar al año siguiente.
En 1917 se casó con una joven 27 años menor que él, que había conocido el año anterior, Nina Andreevskaya de cuyos orígenes se conoce muy poco.  De vuelta a Rusia se involucró en la Revolución de Octubre, teniendo un papel relevante en las nuevas instituciones culturales hasta 1920.


En el gris - 1919


"El gris marca el fin de mi periodo dramático" afirma el artista. Es nombrado Director de Cultura Artística de Rusia. 
Mientra tanto pintó poco debido a los compromisos oficiales, abrazando definitivamente el arte abstracto, por lo que fue atacado por la vanguardia constructivista, mas joven y radical a causa de su expresionismo espiritual, decidiendo regresar a Alemania en 1921.


Trama negra - 1922

En su regreso a Alemania en 1921, su pintura aún conserva restos de figurinismo, como peces y barcos en este caso, incorporando a su repertorio formas irregulares que se transforman en triángulos y círculos regulares. Es el encargado, dentro de la escuela Bauhaus, del curso de pintura mural.

Pequeños Mundos - 1922
Los años de estancia en la Bauhaus nos dejan la carpeta de Pequeños Mundos, que sintetiza toda su producción anterior. Por allí va apareciendo su gusto por los iconos rusos, la litografía y la xilografía.

Vacío Verde - 1922
De nuevo vuelve a coincidir con Paul Klee, esta vez en la Bauhaus, donde surge una mutua influencia. "El verde es el color mas sosegado que existe"

Treinta - 1937

Combinación del blanco y el negro, insólita en su producción. Realizada en París, es una experimentación de motivos múltiples: biología, alfabeto chino, geometría, liberación de las formas.... Su sueño de volver a Alemania se desvaneció al incluir el régimen nazi sus obras dentro del arte degenerado.



Acuerdo recíproco - 1942

Dos figuras en equilibrio, apoyadas sobre puntas. La izquierda masculina, con un periódico en las manos, la derecha femenina y en el centro círculos, que aluden a la cuarta dimensión, figura favorita del artista después de su periodo Bauhaus. 

Composición IX - 1936
La luz de París hace que su paleta de colores cambie. Los coloca en diagonales: los primarios a la izquierda y los complementarios a la derecha. Formas vegetales y embrionarias, círculos, dameros, amebas, insectos y medusas. Figuras biomorfas, influencia del estilo de Jean Arp y de Joan Miró.





Algunos círculos - 1926






Sobre blanco II
Diagonales y círculos delimitan la figura de un caballero, reducido a lineas. Obra fría, realizada con colores primarios, en su casa de Dessau sede de la Bauhaus.




Amarillo, rojo y azul - 1925


En plena etapa Bauhaus, es el tema central de los cursos que imparte. Cada color representa una forma: amarillo el triángulo, rojo el cuadrado y azul el círculo. En la zona amarilla se adivina un hombre y en la intersección del rojo y azul, el jinete.


Portada del libro "Punto y linea sobre el plano". 1928


Formas estables y dinámicas del racionalismo de Bauhaus.



Acento en rosa - 1926




Fascinación por el círculo. Figura humilde que se impone sobre las demás; viable, preciso e inagotable; estable e inestable; ruidoso y tranquilo; la única tensión que contiene en si otras tensiones.




Cielo Azul - 1940

Aislado de la invasión alemana, Kandinsky pinta esta obra en la que formas orgánicas flotan sobre un fondo azul. Es otra etapa después de la geométrica en la Bauhaus. Son formas de vida miradas a través de un microscopio. Obra onírica, donde la creación surge del inconsciente y del sueño, no de la razón. Subrealismo francés.